Los oídos son unos órganos sensoriales situados en unas cavidades cerca de las sienes cuya función es percibir sonidos y los cambios de posición del cuerpo.
El oído humano sólo está capacitado para percibir un rango de ondas sonoras cuyo parámetro esté entre los 20 y 20.000Hz. Dentro de estas ondas sonoras, nos permite distinguir su volumen, tono, timbre y la dirección de la cual provienen.
En el oído se encuentran también terminales nerviosas que reciben información acerca de los movimientos del cuerpo, ayudándonos a mantener el equilibrio del mismo.
El oído humano sólo está capacitado para percibir un rango de ondas sonoras cuyo parámetro esté entre los 20 y 20.000Hz. Dentro de estas ondas sonoras, nos permite distinguir su volumen, tono, timbre y la dirección de la cual provienen.
En el oído se encuentran también terminales nerviosas que reciben información acerca de los movimientos del cuerpo, ayudándonos a mantener el equilibrio del mismo.
1-El equilibrio
El equilibrio se podría definir como el estado en que se encuentra un cuerpo cuando las fuerzas que actúan sobre él se compensan y anulan mutuamente. Permite además, que nuestro cuerpo mantenga una posición estable en el espacio.
En el interior del aparato vestibular se encuentran los centros nerviosos que obtienen información sobre la posición y los movimientos del cuerpo. Estos centros nerviosos se componen de unas estructuras en cuya superficie se encuentran unos cilios. Cuando nos movemos, un líquido situado en el interior del aparato vestibular, llamado endolinfa, mueve dichos cilios, con lo que producen un impulso nervioso.Este impulso nervioso es conducido por el núcleo coclear y posteriormente por el nervio auditivo hasta llegar al cerebro, donde se produce un nuevo impulso nervioso dirigido a los músculos para que actúen y guarden el equilibrio.
- Equilibrio estático: se encarga de detectar la posición del cuerpo, arriba o abajo. Esta acción se lleva a cabo en el interior del sáculo y del utrículo, unas cavidades que contienen unas células ciliadas agrupadas formando una mancha sensorial llamada mácula.
- Equilibrio dinámico: detecta el movimiento. Se realiza en los canales semicirculares, donde las células ciliadas, en este caso agrupadas en pequeñas ampollas denominadas crestas acústicas, perciben los movimientos circulares.
La existencia de tres canales semicirculares formando ángulos rectos entre sí permiten al organismo percibir cualquier tipo de movimiento.
Cuando dejamos de dar vueltas, la endolinfa de los canales semicirculares se sigue moviendo, por lo que se sigue produciendo un impulso nervioso que nos informa de la existencia de movimiento aún cuando no lo hay. Esto provoca una contradicción en nuestro cerebro y lo confunde sobre la verdadera posición de nuestro cuerpo. Por eso nos mareamos.
3-Enfermedades del oído
- Enfermedad de Ménière: alteración del equilibrio y de la audición debido al aumento de la endolinfa en el caracol, o incluso una inflamación del mismo. Puede aparecer y desaparecer repentinamente, provocando vértigo o pérdida de la audición. Las causas de esta enfermedad son debidas a una infección vírica, al consumo de drogas o a un exceso de ruido. No existe una cura definitiva, únicamente se puede minimizar los síntomas.
- Vértigo: sensación de que el mundo exterior dar vueltas. Los síntomas característicos son las náuseas, dolor de cabeza, cansancio y taponamiento de los oídos. Puede aparecer como un síntoma de otra enfermedad, como la alergia y los problemas digestivos.
Conviene acudir al médico para ver su origen, y dependiendo de él, debemos cambiar la dieta alimenticia, evitar ciertos movimientos o adoptar terapias de relajación. - Mareo: pérdida del equilibrio, como resultado de problemas corporales, disfunciones en el oído, problemas digestivos e inhalación de humo; o como consecuencia del movimiento. Produce naúseas y aturdimiento.
- Pérdida de la audición: disminución de la capacidad auditiva que determina que los sonidos se escuchen con menor intensidad. Esta pérdida puede ser temporal y estar causada por cambios de presión, tapones, infecciones o golpes en el oído. O degenerativa, causada por un exceso en el volumen.
- Otitis: inflamación del oído. Los síntomas son: resfriado, picor en el oído, pesadez, presión en el tímpano, dolor del oído, hinchazón, enrojecimiento, pus, supuración con mal olor, pérdida de la audición, fiebre, sangre, zumbido en los oídos, vómitos… Las principales causas de otitis son:
-Dolencias respiratorias en la faringe o laringe que se han extendido hasta llegar al oído y producir una infección.
-Ciertas alergias producen la inflamación de la trompa de Eustaquio
A continuación mostramos algunos enlaces a vídeos de interés, que pueden aclarar dudas: